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Llevan años de casados y cada vez su pasión es más ardiente y pervertida. En su extensa colección de juguetes sexuales han incluido recientemente unos enormes compañeros. Se trata de unas abominables vergas de látex diseñadas para penetrar vaginas, pero a la esposa golosa le atrae sorprender a su pareja y quiere intentar algo nuevo. Una sola polla de juguete no le bastó, el esposo como la conoce muy bien le ha traído a sus dos galanes de diferentes colores. Él perplejo se concentra en tomar su móvil y grabarla mientras se masturba y la muy puta bien calentita chupa a esos inmensos pollones. Pero, su amorcito ha hecho algo en vivo realmente impactante e impredecible.
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