¿Os gustan las culonas masturbándose en el trabajo con la cam activa? No todos tenemos la dicha de trabajar en aquello que nos apasiona, pero esta perra calenturienta, ha conseguido una vacante en una de las sex shop más importantes de Cataluña y disfruta masturbándose en el trabajo al menos una vez a la semana. “¿Podía ser más afortunada?” Era una adicta empedernida del sexo y le flipaba todo lo referente a consoladores y cualquier tipo de utensilio erótico que le propiciara placer. Por gusto, frecuentaba este tipo de tiendas para su uso personal y había obtenido una oportunidad para ganarse la vida, vendiendo los accesorios sexuales que tantas alegrías le habían dado en el pasado.
En oportunidades pasadas ya había probado algunos artículos en ella misma y durante su jornada, se había escabullido para sacarse unos cuantos jadeos golosos, junto a sus pollones de goma, sin embargo, en esta oportunidad, aprovecha que tiene la tienda para ella sola, se conecta al videochat más picante de todo Internet, toma prestado uno de los vibradores que tanto le encantaban y se graba utilizándolo para toda la comunidad de cibersexo.
¡Qué cachonda es la morbosa culona! Al fondo se ve toda la mercancía que vende y en un primer plano, exhibe su coño mientras lo goza masturbándose en el trabajo en frente de la cam: unas bragas de encaje anaranjadas la cubren y ella las dispone para un lado, para que podamos apreciar sus carnosos labios vaginales, luego, se sienta sobre una silla negra revelando sus tetas, se quita por completo sus medias y se soba su chocho a través de su ropa interior, al tiempo que resiste los corrientazos que le propicia su juguete vibratorio.
La nalgona depravada es toda una experta en el arte de la masturbación: acaricia sus senos con fuerza, pellizca sus pezones con una de sus manos y con la otra se frota su clítoris debajo de sus bragas, después se pone en cuatro patas como la zorra que es, nos regala otro vistazo de su trasero blanco y prosigue pajeándose en su faena laboral estando en esa posición. Cuando ya han transcurrido varios minutos de goce, la guarra pervertida se despide de todos sus espectadores por la webcam y les promete otra sesión erótica, cuando vuelva a quedar encargada del establecimiento.
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